Feb. 21, 2025

Una curiosa forma de llevar un diario

I

Perdería la cuenta de la cantidad de veces que he dicho que empezaré a hacer algo y luego meramente posponerlo para nunca hacerlo o acabarlo, nunca nada es suficiente.

Me irrita cuando las personas al saber que no me considero bonita replican que yo a ellos sí les parezco, para que luego ante mi insistencia me digan que "poco importa la belleza externa sin la interna", la cual ellos igualmente valoran y ven. Pero al final del día sólo veo una pila de cosas que reflejan todos esos deseos frustrados, siento mi "no existente" papada que me recuerda que mi porcentaje de grasa sigue siendo "inadmisible" y mis dolores físicos que me impiden en muchas ocasiones siquiera tener energía para estar en pie.

"Ser linda" y no verte linda, para luego verte linda y nuevamente no hacerlo. Pasar de sentirte a gusto a esconder el abdomen y levantar el mentón exageradamente estando sola en casa.

La gente siempre dice que no debería importar la opinión externa, pero ignoran que un gran problema es la autopercepción, lo que uno piensa en el fondo. Si a mí me dijeran linda o fea poco me importaría realmente en qué pienso de mí y cómo me percibo. A uno le diría "gracias" o me irritaría si fuese un extraño baboso, al otro le mandaría al carajo porque la única que puede decirme fea soy yo misma.

Más allá de esa aparente pero probable dismorfia está el diario sentimiento de mi fracaso: "aún no tengo un título", "aún no he hecho muchas de estas cosas"; me repito. La gente me dice y repite que es un logro que yo viva sola, independiente, yo siento que es lo mínimo que todo adulto debería hacer, que de hecho muchas otras personas se independizaron antes que yo, más jóvenes.

A veces quisiera cerrar los ojos y no sólo saberme las letras del teclado de memoria, sino sentir sus bordes, repasarlos, pero no existen. Y esa creo es una buena metáfora de la sensación agobiante de "ver y saber que hay logros imposibles de tocar y sentir". Dicen por ahí de imaginar a Sísifo feliz, no he leído al famoso Camus y desconozco si debería, tal vez sí, tal vez...

Cuántas cosas "debería hacer": hablar varios idiomas, tener varios cursos, saber de varias disciplinas, ser una polímata deportista y emprendedora que saque su potencial a relucir. Pero cada vez que lo pienso sólo hay vacío, miedo a las imperfecciones.

II

Luego de toda una vida mordiendo mis uñas hasta sangrar, por primera vez miden varios milímetros, mantengo su limpieza con esmero, intento adaptarme a esta nueva rutina ya que no sé muy bien cómo escribir o tomar las cosas, usar las yemas evitando que entorpezcan es complicado pero creo que vale la pena.

Sé que divago de tema en tema pero es a fin de cuentas lo que hay siempre: disconformidad.

El día que sea buena dibujando "nada valdré", porque no hay esmero o sacrificio en ello que me haga diferente a una máquina, una cámara, cualquiera de los millones de dibujantes que pueden hacer lo mismo y mejor.

Si un día escribiera guardaría polvo como los miles y millones que ruegan una nueva vista, seguramente, y tiene sentido: sólo soy una persona del montón.

Pero me dicen que soy "especial", "inusual", "peculiar". Me dicen que compile mis poemas y pruebe suerte, algunas personas se quedan en silencio meditando el peso de las palabras y otras se emocionan o alegran siguiendo la narrativa. ¿De qué importaría?, luego de sonreír recordaré que soy corriente.

Y si tan sólo esta corriente, mediocre, ignorante y pobretona se convirtiese en una polímata, docta, adinerada y destacable entre muchos, ¿qué cambiaría?

Seguiré sintiendo que mi rostro no es digno, que mi disciplina no es suficiente, que un mono pudo escribir aleatoriamente exactamente lo mismo, que mis manos un día serán reemplazadas por seres que no sienten ni piensan, ya existe gente "especial" y tan siquiera reciben un comentario de aliento.

Vivir en una sociedad competitiva es arduo, tantas veces me han dicho o he leído que hay que compararse con uno mismo y no el resto, pero ni siquiera así sería suficiente nada para mí. Si fuese la número en algo, una campeona, una ganadora, o si fuese todo eso en mis líneas, con mis capacidades y límites, igual, de igual manera el fondo del vaso sabe amargo, la bella crema que decora un café tarde o temprano se desborda y recuerda que aún tapándolo surge desde el fondo de uno mismo las mismas lágrimas ausentes. No lloro, apenas si frunzo el ceño, me respeto lo suficiente para no permitir que nadie me falte el respeto, sonrío, tarareo una canción animosa en medio de mi traumática niñez, poso mi rostro sobre mi mano y mirando al cielo que ni percibo por la cortina pero sé que está ahí, respiro, quiero vivir, quiero sonreír.

Written by Booky_

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