Internamente estoy estancada en este momento.
Ayer en la tarde colapsé con mi segundo trabajo, no lloré ni grité, sólo se rompió algo dentro de mí con el estrés de la pésima organización en ese sitio, que siempre hay un problema o asunto. Quedé en malos términos porque no hice el turno pero llevo semanas arrastrando el malestar mental y lo sabían todos ahí, lo sorprendente es cuánto duré con un trabajo que me generaba tanta ansiedad, rechazo y fatiga. Si bien tomé la decisión correcta para mi salud, fue lo opuesto para mi situación económica.
Mi ex, última pareja, digámosle "P", porque la palabra "ex" me suena a mucho desdén, cosa que no tengo con él actualmente. P me da apoyo tanto moral como económico y físico: me dice que esté tranquila, que me enfoque en mis cosas, que me anime a intentar dibujar y así poder hacer algo independiente para no estresarme tanto como con trabajos convencionales, que me apoya, que no me faltará comida ni nada. Me dice que todo estará bien, que está para mí. Me ayuda a caminar cuando me cuesta, me ayuda a recostarme, me consuela y escucha atentamente. Es un apoyo significativo para mí siendo honesta, e independiente de cualquier otra cosa es algo que valoro mucho. A diferencia de mi primer ex, un csm que me decía cada que no le gustaba algo en mí que "tenía un mes para verme otro lugar", cuando me fui a otro país para estar con ese hdp que luego me decía que "nunca me pidió que me fuera a vivir allá". P es todo lo contrario, no me violenta de ninguna forma, no me menosprecia ni presiona en nada, trata de cuidarme como puede.
Se supone que ahora tengo tiempo para descansar, estudiar, jugar, hacer algo más que sólo trabajar y aguantar con mi salud. Pero no siento eso, siento miedo, angustia, pánico, un pánico silencioso que no siento pero a la vez sí. Mi mente está desconectada, no siento mis emociones, no tuve una crisis, sólo lloré un poco pensando en lo injusto que es sufrir toda la vida. Tengo miedo de intentarlo, tengo miedo de intentar dibujar y figurar en redes, de hacer comisiones, de vender, de trabajar como independiente. No soy esas personas, no soy ellos, no soy una estudiante, una licenciada de arte o diseño. No soy nada que nadie más sea, no soy única. Pero me atrapo con mis palabras disonantes: soy todo lo que no soy, pero a la vez no, y sí.
Un fracaso, un logro, un ejemplo, un mal ejemplo. No consigo sentirme bien conmigo.
No consigo entender y concebir las cosas, siento que siempre "soy una mentira" aunque soy genuina, que siempre "exagero", que "no es para tanto nada de lo que sufro" aunque esté al grado de no poder caminar, nunca es "suficiente". Nunca sufro lo suficiente pero a la vez sí, no sé explicarme. Tengo dos pensamientos marcados tan opuestos de mí en mí.
Veo y soy ciega a la vez, metafóricamente hablando.
Soy capaz e incompetente.
"Ambivalencia", era la palabra que buscaba desde anoche.
Ambivalente es mi opinión y sentimiento hacia mí, lleno de aprecio y desprecio. Y eso me estanca.
No sé ni qué pensar, quiero encontrar las palabras entre las arcadas que tengo por las náuseas.
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